Recomendaciones en piscinas frente al Coronavirus (Covid-19)
La enfermedad del Coronavirus (COVID-19) ha generado muchas dudas debido a su desconocimiento, con el paso de los días esta enfermedad es cada vez más estudiada y conocemos más sus implicaciones.
El Centro de Vigilancia de Protección de la Salud (Health Protection Surveillance Centre, en inglés), órgano perteneciente al Ministerio de Salud de Irlanda, ha publicado un comunicado resolviendo dudas acerca del COVID-19 y su transmisión en piscinas:

“Es importante mantener el cloro libre residual por encima de 1 mg/L como medida para eliminar el virus del medio acuoso. Esta razón se fundamenta en la similitud de sus características físico-químicas y las formas de transmisión entre el COVID-19 y otros virus ya estudiados como el SARS o el MERS que se inactivan con este nivel de cloro libre. Si además de lo anterior se aplican sistemas de luz ultravioleta, la eliminación del virus será aún más efectiva.
Tenga en cuenta también que el mínimo recomendado de cloro libre residual depende del tipo de piscina o clorador químico utilizado, por ejemplo en spa/jacuzzi necesita una mayor cantidad de producto químico para alcanzar los niveles óptimos recomendados.
Por lo tanto, seguir las directrices marcadas y mantener los valores de cloro dictados por las autoridades sanitarias evitará el riesgo de contagio por COVID-19 en la piscina.”
Ver Informe completo Health Protection Surveillance Centre
Normativa vigente en España
Les recordamos que el RD 742/2013, que establece los criterios técnico-sanitarios de las piscinas en España, determina que el parámetro cloro libre residual debe tener un valor comprendido entre 0,5-2,0 mg/L.
Por lo tanto, teniendo en cuenta la normativa vigente y las consideraciones del estudio publicado por Health Protection Surveillance Centre, le recomendamos que mantenga los niveles de cloro libre cercanos a 2 mg/L para mantener un margen en caso de alteración de las condiciones del baño como aumento del número de bañistas, aumento de la carga orgánica externa o aumento de la evaporación por temperatura o radiación solar entre otros factores.

Control de la calidad del agua
Otra medida preventiva es aumentar la frecuencia de muestreos diarios y los análisis microbiológicos, así podremos anticiparnos a posibles descompensaciones que puedan derivarse de la actividad diaria. Nuestra recomendación pasa por realizar, al menos, dos análisis microbiológicos al mes (el Real Decreto 742/2013 exige al menos uno al mes) y tres mediciones de autocontrol diarias:
- Previo a la apertura: nos aseguraremos de que los parámetros de calidad del agua son correctos antes de abrir la piscina al baño.
- Máxima afluencia: este es el momento teórico en el que más demanda de desinfectante existe debido al elevado número de bañistas por lo que las condiciones físico químicas del agua pueden verse alteradas.
- Al cierre del baño: en caso de tener descompensaciones en alguno de los parámetros indicadores de calidad del agua, tendremos el tiempo suficiente para tomar medidas correctoras y reestablecer los valores antes de la apertura al día siguiente.
Mejora de los mecanismos de Control
Llevar un registro de la calidad del agua en papel, como tradicionalmente se ha hecho puede suponer un riesgo por la falta de comunicación entre el operario que recoge la muestra y la persona encargada de supervisar.
Puede darse el caso en el que el nivel de cloro libre está por debajo del nivel recomendado y esta falta de conocimiento por parte la persona responsable puede generar situaciones de riesgo grave para la salud de los bañistas.

Recomendamos digitalizar el Libro de piscinas lo que permitirá conocer en tiempo real los valores que se han tomado por parte del operario y recibiremos una alerta en caso de que los parámetros no cumplan con la normativa vigente o cuando se produzca una incidencia.
Este mecanismo nos permitirá tener una mayor rapidez de respuesta y solucionar cualquier desajuste que pueda poner en riesgo la salud de nuestros usuarios.